What a nightclub can teach us about the gender equality failure. ( Spanish) Lo que un antro evidencia del fracaso de la equidad de género.

En las últimas décadas el movimiento feminista preponderante ha abogado y luchado por la equidad de género, la igualdad entre hombres y mujeres, pero a través de la eliminación y descarte de las particularidades y necesidades específicas de las mujeres. Sus efectos ya se han dejado sentir y la insistencia de incorporar a la mujer a todos los ámbitos laborales y sociales en los mismos términos que los hombres han acarreado infinidad de consecuencias para ellas. Uno de estos es el aumento de las violaciones y abusos sexuales que sufren en los ambientes de ocio y entretenimiento. (1)
Esto sucede especialmente las mujeres jóvenes del primer mundo de universidades y preparatorias, donde se supone que las políticas de género ya se han aplicado por varias generaciones.


Pero ¿Por qué han aumentado? ¿No debería de reducirse al haber una cultura de “todos somos iguales”?

Algunos estudios han encontrado que esta cultura de “todos iguales”, que ha sembrado el feminismo radical de izquierda, no está considerando características especiales de hombres y mujeres en la manera de relacionarse en estos ambientes de ocio. Inclusive han derivado en una mayor vulnerabilidad de la mujer y menor conciencia del hombre. Entre estos encontraron que (2):


·        La manera de consumir alcohol y drogas en estos sitios, aunque ya se equipara en forma y cantidad entre los dos sexos, el objetivo de hombres y mujeres es distinto, es decir: “La diversión tiene género”.

·        Los códigos que funcionan en los sitios de “ligue” a donde los jóvenes se reúnen para divertirse y conocer nuevas parejas son entendidos de manera distinta por hombres y mujeres.

·        La percepción de ser molestado o agredido se da de forma distinta en hombres que en mujeres.

·        La interpretación de las señales de consentimiento sexual son muy lejanas entre hombres y mujeres

·        La idea de libertad sexual que se concibe en el imaginario de hombres y mujeres es totalmente distinto.

·        El concepto de éxito sexual en la mente de una mujer es completamente diferente del de un hombre.

·        La forma de usar las comunidades virtuales para encontrar pareja busca fines totalmente distintos en unos y otras.

·        El alcohol y las drogas producen reacciones totalmente diversas en hombres y mujeres, ya que el 98% de las agresiones sexuales son perpetradas solo por hombres, generalmente bajo la influencia de estos. Las mujeres, que la mayoría de las veces son víctimas, también se encuentran intoxicadas.

·        Los hombres y las mujeres  también tienen diferentes reacciones ante la negativa o rechazo sexual.


Todo esto nos habla de una falta de conocimiento de la naturaleza y psicología humana en la cultura de equidad e igualdad que trata de imponerse desde hace algunos años y que está afectando gravemente a la mujer. La equidad debe alcanzarse con el aprecio de las diferencias que el otro posee, tanto de hombres como de mujeres, sobre todo en el área afectiva, emocional y sexual.

La fe católica esto lo sabe y lo ha estado señalando a través de los años. Prueba de esto es el hecho de que estos eventos de violencia sexual se dan en menor grado en las universidades católicas de los Estados Unidos. (3)

Otro aspecto de riesgo que la enseñanza católica ha procurado prevenir es el consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes, hábitos que cultivan el ambiente en el que más se dan estos hechos violentos hacia la mujer, además el consumo de pornografía  que promueve la percepción de la mujer como objeto de placer personal.  Estos elementos fueron encontrados como factores y rasgos determinantes en la personalidad de los perpetradores de violaciones y abuso sexual. (4)

El pasar de los años y generaciones criadas dentro de una supuesta “libertad sexual e igualdad de género”  empiezan a dar sus frutos, pero estos parecen no ser ni de equidad, ni de seguridad, ni de respeto hacia la mujer.

¿No será hora de redirigir los grandes esfuerzos en tiempo y dinero que se invierten en estas campañas y “políticas de género” hacia el apoyo instituciones y estructuras educativas que sí logren los objetivos que se buscan en términos de equidad e igual valoración en todos los ámbitos donde hombres y mujeres se desarrollan?

Por Ana Elena Barroso   @mujer_catolica





(4)    IDEM

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